EL REALISMO Y EL IMPRESIONISMO.

1.El siglo XIX: contexto histórico.

            En el período que se inicia hacia 1850 Europa asiste a un enorme desarrollo político, social, industrial y tecnológico.

            Pero también es el período de la consolidación de los Estados liberales constitucionales, de la formación de nuevos Estados como Italia y Alemania, de la expansión del movimiento obrero, de la mejora generalizada del  nivel de vida y de un enorme crecimiento demográfico. Todos estos factores, unidos al progreso científico y tecnológico acompañan a una nueva revolución industrial.

El impulso industrializador propicio que los gobiernos, para potenciar sus economías, buscaran nuevos mercados y lugares en lo que obtener materias primas.

También razones de prestigio nacional hicieron que los Estados extendieran sus hegemonías y sus rivalidades. Europa se lanzó al reparto colonial de África, Asia y el Pacífico. El comercio mundial se multiplicó, la política proteccionista sustituyó al librecambrismo.

1.1.Francia.

         Napoleón III, se proclamó emperador y comenzó a restringir las libertades y acumular toda la autoridad.

            La rendición de Napoleón III ante Prusia durante la guerra franco-prusiana fue aprovechada para organizar un gobierno propio: la Comuna.

            Tras la Comuna se inició un período de transición con la proclamación de la III República.

            En el terreno artístico Francia se situó a la cabeza de Europa, y en ella asistimos a la aparición del Realismo y del Impresionismo.

2.Francia: contexto artístico.

            A mediados del siglo XIX, y en contraposición con el Romanticismo, los artistas empezaron a describir el ambiente real de la sociedad y a ofrecer un reflejo fiel de la vida cotidiana. El Realismo fue el estilo característico de la sociedad industrial burguesa, y reflejó los ambientes burgueses, obreros y campesinos.

            Sin embargo, el gusto del público y las formas artísticas francesas estaban marcadas por los valores establecidos en la Academia de Bellas Artes y las exposiciones oficiales.

            En el Salón de la Pintura de 1863 fueron muchos los pintores rechazados, lo que produjo un enorme escándalo y el consiguiente permiso para abrir un salón paralelo al oficial donde expusieran las obras de todos estos artistas: el salón de los Rechazados. En éste expusieron los principales pintores del Impresionismo.

2.1.El Realismo.

            Fue un movimiento principalmente pictórico y se caracterizó por describir el ambiente real de la sociedad y ofrecer una muestra fiel de la vida cotidiana. Ambientes burgueses, obreros y campesinos. El Realismo, tanto en literatura como en pintura, testimonio de las debilidades del ser humano y del padecimiento de la nueva clase obrera, como Balzac, Stendhal, Dickens, Tolstoi y Dostoievski.

2.2.El Impresionismo.

            A finales de los años sesenta, una serie de pintores que rechazaban el arte académico se reunían en el café Guerbois. En 1874 celebraron una exposición independiente y colectiva en la que participaron Monet, Pisarro, Rendir, Sisley, Degas y Cézanne.

            El periodista Louis Leroy empleó el término impresionistas para calificar a estos pintores. Tituló su artículo La exposición de los impresionistas, inspirándose en una de sus obras expuestas: Impresión. Sol naciente, de Monet. Empleó este vocablo para recalcar el desinterés de estos artistas hacia los medios de expresión tradicionales de la pintura para fijarse en la expresión de la impresión visual.

Los pintores impresionistas.

            Manet, considerado el padre del movimiento. Los primeros impresionistas fueron Monet, Pisarro, Sisley, Rendir y Degas. Los artistas Seurat y Signac, partiendo del impresionismo, idearon otras técnicas, y emplearon el puntillismo o divisionismo.

            Los posimpresionistas Cèzanne, Van Gogh, Gauguin y Tolouse-Lautrec admiten las bases impresionistas, revisan  sus postulados e impulsan nuevas fórmulas creativas e individualistas.

3.El realismo.

            El realismo fue un movimiento artístico que aspiraba a dar una representación verdadera y objetiva del mundo sensible, basada en la observación. Desde mediados del siglo XIX se desarrolló en literatura y en las artes plásticas. Nació en Francia y se extendió al resto de Europa.

3.1.La pintura.

            Los pintores franceses Courbet, Daumier y Mollet reaccionaron ante los sucesos de la revolución de 1848 y reconciliaron las realidades sociales cotidianas de su época con el arte culto y oficial. Los temas son sociales y sus protagonistas son obreros o campesinos, personajes de la Revolución Industrial y de las revolucione sociales. Se exalta el trabajo, desaparece la preocupación por lo religioso y por el tema del Romanticismo. También se presentaron realidades concretas a través de la representación del paisaje. Los representantes del paisaje realista son Corot y la escuela de Barbizon.

. Gustave Courbet (1819-1877).

            Fue socialista y revolucionario, sin embargo, no puso el arte al servicio de la ideología. A pesar de que su obra posee un carácter político y social, no manifiesta en ella violencia revolucionaria, sino que aborda la realidad.

Courbet aprendió su técnica de Velásquez y Zurbarán, el manejo de la pintura y la interpretación de las luces y sombras de Rembrandt, y la composición y reinterpretación del espacio de David.

            Su temática está dedicada a la vida rural y a los oficios humildes. Presenta verdades cotidianas de la vida del campo y de la ciudad. Pincelada suelta, los tonos cálidos sobre fondos oscuros y los contrastes de luces y sombras. Anticipa el impresionismo, al representar los paisajes con anchas pinceladas. De su obra destacan: Las muchachas del pueblo, El entierro de Ornans, Los picapedros y el Estudio del pintor.

. Honoré Daumier (1808-1879).

            Daumier orientó su arte hacia la sátira y la caricatura política. Obras, El vagón de tercera clase.

. Jean-François Millet ( 1915-1875  1915-1875 ).

            Millet, pintor de los campesinos, muestra predilección por los temas rurales, la ética y la religiosidad del trabajo rural. Los protagonistas de su pintura son trabajadores del campo ajenos a los asuntos políticos del momento. Representa a los trabajadores como héroes de moralidad, transforma las escenas de trabajo y pobreza en imágenes de nobleza épica y dignifica a la población rural. Entre sus obras, El Ángelus y Las espigadoras.

– El paisaje realista.

            Camilla y Corot y la escuela de Barbizon se interesan por captar la realidad visible de la naturaleza, a la vez que sientan las bases para el impresionismo.

Corot ( 1976-1875  1976-1875 ) fue el mejor paisajista del siglo XIX.

            Precursora del impresionismo, se desarrollo en Francia, a partir de 1830, la escuela de Barbizon, dirigida por Théodore Rousseau que estudia, en contacto directo, los cambiantes aspectos de la naturaleza. El paisaje adquiere importancia gracias al tratamiento de la luz, la atmósfera y el color.

4.Rasgos del impresionismo.

            Los impresionistas no fueron un grupo heterogéneo. Cada pintor poseía su personalidad propia. Sin embargo, es posible identificar en ellos una serie de caracteres comunes.

            Pintaban escenas cotidianas, ejecutadas directamente al aire libre. Así, su pintura se concibe en función de la luz y el color. Lo importante es captar cómo se refleja la luz de los objetos, en las figuras, en el agua, valiéndose para ello del contraste de colores puros. Conocen y emplean las teorías del color, especialmente las de Chevreul.

            Técnicamente aplicaban los colores directamente sobre el lienzo, sin mezclar en la paleta, con pinceladas sueltas de manchas yuxtapuestas, de forma que a cierta distancia de la tela es la retina del espectador la que mezcla los colores.

4.1.La temática.

            El impresionista trata de representar la impresión, el efecto producido por la acción de los objetos exteriores en los órganos de los sentidos. Intenta dar su visión particular. Su visión depende siempre de la luz y de sus variaciones, que se convierten en el tema del cuadro.

            El paisaje es la forma de pintura más importante. Trabajan al aire libre, ante el motivo que se va a representar, y de forma rápida, pues la naturaleza es cambiante y lo que les interesa es fijar una impresión fugaz: el mar y sus horizontes movedizos, el cielo y sus nubes móviles, el Sol y sus vibraciones…

            Los impresionistas pintan lo que es pasajero, algunos incluso ejecutan series en las que siguen las transformaciones de un mismo paisaje según las diferentes horas del día.

            Eligen sus temas en la actualidad. Degas transmite el reflejo de lo que puede observar a su alrededor (carreras de caballos, lavanderas, bailes, mujeres arreglándose); Tolouse Lautrec es testigo de su época y evoca cabarés, la prostitución, el music-hall. Monet, Pisarro, Sisley y Rendir se fijan en los grandes bulevares de Paris, las distracciones populares, los paseos en barca, los baños…

4.2.La temática.

            Los pintores impresionistas abandonan los principios tradicionales del arte pictórico y excluyen el dibujo con contorno a través del que se precisa la forma y se sugiere el volumen. Prescinden de la perspectiva basada en las reglas de la geometría, evitan el claroscuro y sus contrastes violentos, y eliminan los negros, grises, pardos y tierras.

            El impresionismo emplea la perspectiva realizada, desde el primer plano hasta la línea del horizonte, por la disminución de los tintes y de los tonos, con lo que se señalan el espacio y el volumen. Los colores elegidos son los azules, los verdes, los amarillos, los anaranjados, los rojos y los violetas. En ellos todo es matiz y sombras, siembre coloreadas de reflejos. La técnica es la pincelada suelta, con poca materia y pinceles finos. La pintura que resulta es luminosa, y  el color, las tonalidades y los matices cambian en función de la luz y de los rayos de sol.

5.Los precursores del Impresionismo.

5.1.Los precursores lejanos.

– El predominio del color sobre la forma de los pintores venecianos del Renacimiento como Giorgione, Tiziano, el Veronés y Tintoretto.

– La técnica de las pinceladas fragmentadas, coloreadas  y colocadas formando manchas vibrantes, introducida por El Greco.

– La libertad de factura en la obra de Velázquez, esbozada en las manchas imprecisas para captar la luz y sus reflejos.

– El machismo coloreado de Goya lleno de matices.

– El uso preferente otorgado por Rubens al color y la luz.

– La técnica de Frans Hals.

– El estudio de Poussin.

Watteau.

Fragonard.

5.2.Los precursores inmediatos.

Constable y Turner.

Delacroix.

Corot.

La escuela paisajística de Barbizon.

Courbet.

– La fotografía.

– La estampa japonesa.

6.Los maestros del Impresionismo.

            Además de la exposición de 1874, los pintores impresionistas expusieron a lo largo de los años setenta y ochenta.

– Monet (1840-1926).

            Considerado como el pintor de la luz, en 1856, se inició en la pintura del paisaje al aire libre.

El estilo de Monet.

            Buscaba la impresión realista que encontraba en la naturaleza, captando lo que ésta tiene de móvil y fugaz, que está en perpetua transformación.

            El método elegido para trabajar es el aire libre y se dedicó al estudio de las transparencias y los efectos lumínicos del agua, y la atmósfera.

            El aire libre y la luz inundan la obra de Monet. Expresa sensaciones de la brisa que hacen ondular las hierbas, estremece las hojas, riza la superficie del agua, traduce la luz, sus cambios y sus reflejos, y busca los fenómenos atmosféricos.

            Adoptó una técnica rápida de toques de pincel, evitando fundir los colores en la tela. Para reflejar la abundancia de percepciones, cambiaba el método a cada momento. Unas veces se empleaba pinceladas anchas y amplias, tratadas con mucha pasta grumosa, y otras usaba pequeños toques ligeros fragmentando la pincelada, la cual disminuye hasta convertirse en pequeñas comas yuxtapuestas. La materia tan pronto es lisa y mate como se acumula y es empastada.

            La pincelada amplia y fragmentada expresa los ininterrumpidos reflejos movedizos del agua. El toque pequeño de comas permite observar el brillo de cada color, los cambios y las vibraciones de luz.

La obra de Monet.

            En la primera etapa de su pintura, realizó sus cuadros al aire libre, aunque incluyó a la figura humana, como en Mujeres en el jardín, siguiendo el ejemplo de Courbet y Manet. Sin embargo, acabó centrándose en los reflejos de la luz y el agua y dejando en un segundo plano la representación de las figuras, como La Grenouillère.

            La guerra franco-prusiana llevó a Monet a Londres, donde pintó, El Puente de Westminster, situado al fondo de la imagen junto al Parlamento británico, en vueltos ambos en una espesa niebla.

            Tras la contienda, Monet regresó a las tertulias del café Guerbois y se convirtió en la figura clave del movimiento. En 1874, los impresionistas realizaron la primera exposición a la que Monet llevó Impresión.Sol Naciente, con su pincelada suelta y rota.

            Instalada en Argenteuil, su pintura se hizo más fresca, sensible y luminosa. Su paleta se aclaró, y eliminó de ella el negro, el gris y los colores pardos. Monet se complacía en las representación de paisajes fluviales en los que capataba los efectos luminosos del agua. Prueba de ellos es Otoño en Argenteuil.

            A partir de 1877, comenzó sus famosas series, en las que repetía un mismo tema pero a distintas horas del día y en diferntes condiciones atmosféricas. A la década de los noventa pertenece la serie más famosa, La catedral de Rouen, en la que la luz, a diferentes horas del día, nos muestra un aspecto distinto de la misma perspectiva. La envuelve en una bruma de una atmósfera vaporosa sobre la que estudia los reflejos de la luz.

            Desde 1899 a 1926 trabaja en la serie Las Ninfas, con casi cien cuadros en los que recrea escenas del jardín acuático. En ellas han desaparecido los puentes, los puertos, las orillas y los horizontes. Sólo queda el reflejo de la vegetación y de las nubes en el agua. Con estos paisajes, Monet idea un friso continuo, que pondrá en práctica en el Museo de l’Orangerie de París.

– Rendir (1841-1919).

            Se inició en los caminos del Impresionismo junto a Monet y pizarro. En su período de formación se aprecia la influencia de Courbet y Manet, quien le aconsejó que aclarase la paleta.

El estilo de Renoir.

            Sus temas preferidos son las figuras humanas sobre el paisaje, el desnudo al aire libre, las composiciones con personajes tomados de la vida cotidiana, los retratos y algunas naturalezas muertas. Muestra un especial interés por la figura femenina.

            Su obra revela ciertas diferencias respecto al resto de los impresionistas. Su técnica es impresionista, a base de pinceladas pequeñas o largas, sueltas, rápidas, nerviosas y yuxtapuestas, dota a sus lienzos de un acabado brillante y pulido, que contrasta con la pastosidad de la pincelada impresionista.

La obra de Renoir.

            En sus primeras obras, El Palco, El Moulin de la Galette o El almuerzo de los remeros, emplea la técnica impresionista de pinceladas sueltas y contornos poco definidos, en las que la luz y el color son los protagonistas.

            Su pintura de los años ochenta se aleja del Impresionismo y empieza a definir las formas, a marcar los contornos y a darle protagonismo al dibujo. Este

giro, producto del estudio de Ingres, hace que se preocupe por el volumen y las densidades. Su pincelada es más apretada, con lo que trata de conseguir la sensación de volumen. Pinta desnudos femeninos de cuerpos flexibles y voluptuosos. Muestra de este cambio es su cuadro Las grandes bañistas.

            En la década de los noventa, Renoir abandona su dibujo preciso y lineal para buscar el equilibrio de forma y color. En esta etapa dominan los colores cálidos con reflejos nacarados. Abundan los desnudos femeninos de tonos rosas, amarillos y naranjas, como su Joven Bañista.

            Su obra retorna progresivamente hacia el Impresionismo, y pinta paisajes, naturalezas muertas y figuras. En ellas fija el resplandor del Sol y su incidencia sobre la figura humana al aire libre. El color, de tonalidades cálidas, recupera su protagonismo, así como la pincelada suelta y fluida. Pinta numerosos desnudos de bañistas al aire libre. Su gran obra, Las bañistas.